A diferencia de otros, antes de que comience la producción, nuestros trabajadores calculan cuidadosamente cada centímetro
de la tela de seda a través de una máquina altamente sofisticada para maximizar el uso de la tela con el fin de reducir el desperdicio
y minimizar la contaminación ambiental. Al hacerlo, podemos seguir produciendo una gama de productos de “desperdicio cero”
como gorros para dormir, coleteros, fundas de almohadas, máscaras para los ojos y máscaras faciales.