En el universo, cada persona es una constelación única, brillando a su manera. Algunas intensamente, otras
          suavemente. Cada una tiene
          un viaje lleno de alegrías y tristezas, forjando una historia que es únicamente suya.
        
        
          Todos formamos parte de este mosaico celestial. Tu luz, en cualquier forma que adopte, enriquece la
          belleza cósmica. Acepta
          tu individualidad; te hace extraordinario. Juntos, brillamos, creando un cielo mágico.